domingo, 4 de octubre de 2009

Enfermedades crónicas tienen que ver con la desnutrición

Especialistas sostienen que las enfermedades crónicas que afectan a los adultos, como los accidentes cerebrovasculares, cardiopatías y diabetes tipo 2, entre otras, son una consecuencia de la desnutrición durante los primeros meses de vida.

El destacado epidemiólogo británico, David Barker, plantea a partir de una hipótesis, las consecuencias a largo plazo del crecimiento y desarrollo temprano.

En una publicación reciente, el especialista inglés explicó que "la hipótesis sobre los orígenes del desarrollo, propone que la enfermedad coronaria, la hipertensión y la diabetes tipo 2, se originan en la plasticidad del desarrollo que ocurre en respuesta a la desnutrición durante la vida fetal y la lactancia.

"Se piensa que la gente se enferma cuando está en su edad media o adulta, debido a su forma de vida, a qué comen y cómo ejercitan. En realidad, esto no es tan así, sino que la manera que el organismo se ha desarrollado en los primeros meses de vida es lo que determinará su forma de vivir", señaló David Barker, en diálogo con Noticias Argentinas.

El experto inglés trabajó junto con los especialistas Esteban Carmuega y Ricardo Uauy, en la elaboración del libro "Impacto del crecimiento y desarrollo temprano sobre la salud y bienestar de la población", iniciativa convocada por el Instituto Danone del Cono Sur (IDCS), una organización sin fines de lucro.

"Nuestro libro tiene que ver con cómo se fabrica el cuerpo en el vientre materno y que va ser lo que establecerá si el cuerpo será resistente, saludable y viva mucho o si será un cuerpo débil que se va a ir descomponiendo. Esta es una teoría novedosa con implicancias muy importantes, porque lo que moldea el cuerpo en el vientre materno es el alimento que viene de la madre", indicó.

Barker explicó que "el bebé vive con los nutrientes que la madre ha recibido a lo largo de su vida y que ha conformado el cuerpo de esa mujer" y afirmó que "la clave para prevenir enfermedades en la próxima generación será proteger la nutrición de los niños y las mujeres jóvenes".

"El Instituto Danone está muy interesado en este tema y como primer paso ha decidido reunir a especialistas del cono sur.

Este libro es un relevamiento de lo que pasa acá y a partir de ahora se necesita un plan de acción", dijo.

El epidemiólogo hizo referencia a distintas enfermedades que en la actualidad se están haciendo más común como "la diabetes, cardiopatías, hipertensión" y advirtió que "niños y niñas no están comiendo bien".

"Este problema de la alimentación también ocurre en niños de los Estados Unidos, así que no tiene que ver con la abundancia de la comida, sino con tener dietas variadas. Para que un niño crezca bien tiene que consumir una variedad de alimentos", precisó.

Barker sostuvo que "la nutrición es importante" pero aclaró que un es un error pensar que "un hombre de edad media o adulta que se alimenta bien puede evitar enfermedades a medida que envejezca".

"La realidad es que gran parte de nuestra salud ya fue predeterminada antes de nacer y no con los genes que se adquieren en el momento de la concepción, sino por los nutrientes que provienen de la madre a través de la placenta y que nos llegan a nosotros en el vientre materno", indicó.

El médico británico explicó que "la placenta ha de absorber las proteínas de la madre y activamente las va a transportar a través de si misma llegando al bebé y este es un complejo sistema que no siempre funciona bien".

"Si un bebé está desnutrido, primero no crece y después toma ciertos órganos que no son importantes en el momento del nacimiento y al elegirlos les manda menos nutrientes para proteger el cerebro que es lo más importante. Los bebés pequeños tienen placentas más chicas, pero hay situaciones en las que un bebé puede expandir la placenta para absorber más de la mamá", mencionó.

Al respecto, el especialistas agregó que "esto pasa en las ovejas y los criadores de ovejas que pueden llegar a manejar la placenta a nivel uterino para tratar que la placenta sea más grande, pero puede ser peligroso tener una placenta muy grande porque la placenta es bebé y si hay más placenta y poco alimento habrá menos alimentos para el bebé".

"Cuando nacemos el corazón está completo y simplemente se va agrandando. La tarea del corazón en el útero es bombear la sangre del bebé a la placenta para absorber oxigeno, nutrientes y bombearlos a través del organismo", dijo.

En ese sentido, Barker aclaró que "si la placenta es muy pequeña, le cuesta al corazón bombear, madura muy precozmente y las paredes se engrosan", sostuvo que "un corazón con la paredes engrosadas seguramente va a tener mayores posibilidades de desarrollar un infarto años después", y afirmó que "es central cómo se han conformado los órganos antes de nacer".

"La conclusión de este trabajo es que tenemos datos suficientes en esta parte del cono sur para tomar acciones.

Sabemos lo suficiente y no hay razón por no lograr que nazcan bebés que a lo largo de la vida sean más sanos, más inteligentes y mentalmente más saludables", insistió.

Por último, el epidemiólogo inglés destacó la importancia de que se trata de "un mensaje de esperanza, un mensaje muy positivo".

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